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CON ENFOQUE CRISTIANO: Ámame donde estas

CON ENFOQUE CRISTIANO: Ámame donde estas: Ámame Donde Estas He descubierto que, al buscar a Dios, nuestr0s periodos más difíciles pueden transformarse en maravillosos irrumpimient...

Ámame donde estas



Ámame Donde Estas
He descubierto que, al buscar a Dios, nuestr0s periodos más difíciles pueden transformarse en maravillosos irrumpimientos hacia el amor de Dios. Para mí, una de esas estaciones ocurrió durante los años 1979 a 1981. La asociación de Iglesias con la cual yo estaba alineado había caído bajo engaño espiritual. No solamente sus doctrinas medulares estaban más y más sembradas con influencias de la Nueva Era, sino que la inmoralidad había entrado sigilosamente, y líderes claves comenzaron a dejar a sus esposas por otras mujeres. No pude mas quedarme callado. Como resultado, en 1979 deje mi congregación en Detroit, Michigan, donde había pastoreado y viaje a las oficinas regionales de la organización en Iowa. Yo vine a suplicar por arrepentimiento, sin embargo, luego de reunirme con los líderes principales, se me pidió que abandonara al grupo.
Así que aquí estábamos - habíamos dejado nuestra iglesia, no teníamos dinero, con cuatro chicos pequeños y no podíamos afrontar ni siquiera un alquiler básico. Desesperados por algo, finalmente encontramos una vieja granja en la zona rural de Washington, Iowa. La casa tenía más de cien años, pero en realidad parecía más vieja. Luego de negociar con el propietario, nos dieron un año libre de alquiler a condición de que yo hiciera reparaciones básicas a la casa, tales como limpieza y pintura.
Incluso así, la casa necesitaba mas de lo que yo podía proveer. La calefacción no funcionaba bien, asique instalamos un horno a leña en la cocina. Aquel primer invierno, resulto ser, uno de los más fríos en la historia de Iowa. Escarcha se formo en las paredes internas extendiéndose a un pie o dos alrededor de cada ventana; las ráfagas de viento alcanzaron los 60 grados negativas, y aun más, en varias ocasiones. Para mantenernos abrigados cada noche, toda la familia se acurrucaba en un colchón grande sobre el piso del comedor, que distaba aproximadamente 18 pies del horno de leña en la cocina. Un ventilador detrás del horno nos tiraba aire tibio.
Mi proyecto nocturno, por supuesto, era lograr suficiente calor en el horno que nos mantuviera abrigados hasta la mañana.
Mientras trabajaba el fuego, también oraba y buscaba a Dios. El quemador se volvió en una especie de altar para mí, porque cada noche al orar, ofrecía a Dios mis sueños frustrados y el dolor de mi aislamiento espiritual. Sí, yo sabía que el Señor estaba consciente de nuestra situación. Aunque virtualmente no teníamos nada, El se nos revelaba en muchas pequeñas formas. Yo simplemente no sabía que quería El de mí.
Al ir y venir las estaciones, otro niño nació y luego adoptamos a una joven niña de Vietnam, dándonos estos seis hijos. Todavía, mientras la familia crecía, la pequeña área alrededor del horno se volvió para mí en un lugar santo. Incluso durante el verano, me sentaría en la silla junto al horno, oraría y adoraría.
Me gustaría decir que encontré el gozo del Señor durante este tiempo, pero en verdad, aunque gradualmente me ajuste a mi situación, sentía una perdurable miseria en mi alma. Nuestra profunda pobreza era un tema (yo apenas generaba $6000 al año), pero más que eso, yo sentía que había perdido al Señor. Mi oración continua era, “¿Señor, que quieres de mi?”
Tres años de buscar a Dios pasaron, y todavía yo cargaba un vacio interior. ¿Cual era la voluntad de Dios para mí? Yo había comenzado un par de estudios Bíblicos y predicado unas pocas veces en Iglesias, pero estaba tan identificado con ser un pastor que hasta que no estuve comprometido en un ministerio de tiempo completo, temía haber perdido contacto con el llamado de Dios en mi vida.
A pesar de este vacío concerniente al ministerio, en realidad estaba creciendo espiritualmente, y especialmente en áreas previamente no cultivadas. Me fui a los evangelios hambriento por estudiar y obedecer las palabras de Cristo. Antes, inconscientemente había definido un ministerio exitoso como algo nacido de mi desempeño. No obstante, durante este tiempo, el Señor me redujo a ser simplemente un discípulo de Jesucristo.
Ciertamente, mucho de lo que yo pensaba que era bíblico descubrí eran solamente tradiciones religiosas. El Señor quería que yo hiciera un inventario de mi corazón y examinara aquellas pocas verdades por las cuales yo estaría dispuesto a morir. El dijo que las verdades por las cuales yo moriría, por ellas viviría.
Francamente, cosas como el tiempo del arrebatamiento o matices sobre el estilo de adoración o los dones espirituales cayeron en sus propias prioridades, aunque todavía las considero importantes. Elevándose por encima de todo en mi enfoque había una pasión por ser un verdadero seguidor de Jesucristo – por obedecer Sus enseñanzas y enfrentar la vida no solamente como un crítico, sino como uno quien alienta a otros. Asimismo me encontré a mi mismo con una creciente libertad para disfrutar y aprender de cristianos de otras corrientes y perspectivas.
Aun así, estos cambios, a pesar de prolongados y profundos, ocurrieron lentamente, casi imperceptiblemente. Estaban ocurriendo silenciosamente en mi corazón y solamente a posteriori vi lo que el Señor había hecho. A lo largo de este tiempo, estaba preocupado con sentimientos de haber sido apartado de la voluntad de Dios. Mi oración por conocer el plan del Señor para mi continuaba diariamente.
El Irrumpimiento
Un día, mientras estaba de pie en la despensa de la cocina, repetí otra vez mi perdurable oración, “¿Señor, que quieres Tú de mí?” En un momentáneo destello de iluminación, el Señor respondió. Hablando directamente a mi corazón, El dijo, “Ámame donde estas.”
En este tiempo y época, recuerde, yo no era un pastor o ministro. Era un reparador de televisores haciendo extraños trabajos a fin de proveer para mi familia. Yo odiaba lo que estaba haciendo. En mi iglesia anterior había enseñado en contra de la TV, y ahora estaba “imponiendo manos” en televisores y ¡resucitándolos de los muertos! La respuesta del Señor atravesó mi corazón. ¡Yo estaba maravillado ante su simplicidad! Pregunte, “¿Que te ame dónde estoy? Señor, ¿es eso todo lo que quieres de mi?” A esto El respondió, “Esto es todo lo que alguna vez requeriré de ti.”
En ese momento eterno paz inundo mi alma, y fui libre de la falsa expectativa de un servicio conducido al ministerio. Dios no estaba mirando lo que yo hacía para El, sino en quien me volvía para El en amor. El asunto en Su corazón no era si yo pastoreaba, más si Lo amaba. Amar al Señor en cualquier estado en que me encontrara – incluso como un reparador de televisores – ¡esto yo podría hacer!
Una profunda y notoria transformación ocurrió en mí. Mi identidad no estuvo más en ser un pastor, sino en convertirme en un verdadero amante de Dios. Habiendo establecido mis prioridades, increíblemente, solo unos días más tarde fui invitado a pastorear una iglesia en Marion, Iowa. A pesar de toda mi ansiedad previa sobre volver al pastorado, no salte ante la oportunidad. Porque había encontrado lo que el Señor realmente deseaba de mí. Aunque eventualmente acepte este llamado, mi enfoque no estaba meramente en liderar una iglesia, sino en amar a Dios
Lo Que Dios Busca
Mas que nuestro ministerio, Dios busca nuestro amor. Su gran mandamiento es que Lo amemos, por encima de todo con toda nuestra mente, todo nuestro corazón, y toda nuestra alma y fuerza. Si Lo amamos, guardaremos todo lo que El requiere de nosotros (ver Juan 14:15). Y es al amarlo que El orquestra todas las cosas para que ayuden a nuestro bien (Rom 8:28).
Amado, amar a Dios no es difícil. Podemos cumplir cualquier deber – mecánico o ama de casa, doctor o estudiante de universidad – y todavía complacer grandemente a nuestro Padre celestial. No necesitamos títulos ministeriales para amar a Dios. Ciertamente, Dios mide el valor de nuestras vidas por la profundidad de nuestro amor. Esto es lo que El requiere de cada verdadero buscador de Dios: Amarlo donde estemos.
Señor Jesús, la revelación de Tu amor me ha conquistador. Señor, Tu me has atraído y Yo corro tras de Ti. Maestro, incluso en las mundanales cosas de la vida, yo expresare mi amor por Tí. Consúmeme en Tu amor.
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http://arrowbookstore.frangipane.org/products/images/thumb/1473_t.jpg
Tomado del mas reciente libro del Pastor Frangipane, "And I Will Be Found By You". (Aun no disponible en español)

jueves

Tres árboles

Tres árboles

Había una vez tres árboles en una colina de un bosque. Hablaban acerca de sus sueños y esperanzas.


Había una vez tres árboles en una colina de un bosque.

Hablaban acerca de sus sueños y esperanzas.

El primero dijo: "Algún día seré un cofre de tesoros. Estaré lleno de oro, plata y piedras preciosas. Estaré decorado con labrados artísticos y tallados finos; todos verán mi belleza".

El segundo árbol dijo, "Algún día seré una poderosa embarcación. Llevare los más grandes reyes y reinas a través de los océanos, e iré a todos los rincones del mundo.

Todos se sentirán seguros por mi fortaleza, fuerza y mi poderoso casco"

Finalmente el tercer árbol dijo: " Yo quiero crecer para ser el más recto y grande de todos los árboles en el bosque. La gente me vera en la cima de la colina, mirara mis poderosas ramas y pensaran en el Dios de los cielos, y cuan cerca estoy de alcanzarlo. seré el más grande árbol de todos los tiempos y la gente siempre me recordara"

Después de unos años de que los árboles oraban para que sus sueños se convirtieran en realidad, un grupo de leñadores vino donde estaban los árboles.

Cuando uno vio al primer árbol dijo:

"Este parece un árbol fuerte, creo que podría vender su madera a un carpintero", y comenzó a cortarlo.

El árbol estaba muy feliz debido a que sabía que el carpintero podría convertirlo en un cofre para tesoros.

El otro leñador dijo mientras observaba al segundo árbol: "Parece un árbol fuerte, creo que lo podré vender al carpintero del puerto".

El segundo árbol se puso muy feliz porque sabía que estaba en camino a convertirse en una poderosa embarcación"

El ultimo leñador se acerco al tercer árbol; este estaba muy asustado, pues sabía que si lo cortaban, su sueño nunca se volvería realidad.

El leñador dijo entonces: "No necesito nada especial del árbol que corte, así que tomare este".

Y corto al tercer árbol.

Cuando el primer árbol llego donde el carpintero, fue convertido en un cajón de comida para animales, y fue puesto en un portal y llenado con paja. Se sintió muy mal, pues eso no era por lo que tanto había orado.

El segundo árbol fue cortado y convertido en una pequeña balsa de pesca, ni siquiera lo suficientemente grande para navegar en el mar, y fue puesto en un lago. Y vio como sus sueños de ser una gran embarcación cargando reyes había llegado a su final.


El tercer árbol fue cortado en largas y pesadas tablas y dejado en la oscuridad de una bodega.

Años más tarde, los árboles olvidaron sus sueños esperanzas por las que tanto habían orado.

Entonces un día un hombre y una mujer llegaron al

portal.

Ella dio a luz un niño, y lo coloco en la paja que había dentro del cajón en que fue transformado el primer árbol.

El hombre deseaba haber podido tener una cuna para su bebe, pero este cajón debería serlo.

El árbol sintió la importancia de este acontecimiento y supo que había contenido el más grande tesoro de la historia.

Años más tarde, un grupo de hombres entraron en la balsa en la cual habían convertido al segundo árbol. Uno de ellos estaba cansado y se durmió en la barca. Mientras ellos estaban en el agua una gran tormenta se desato y el árbol pensó que no sería lo suficientemente fuerte para salvar a los hombres.

Los hombres despertaron al que dormía, este se levanto y dijo con voz potente:" ¡Calma! Quédate quieto!", y la tormenta y las olas se detuvieron.

En ese momento el segundo árbol se dio cuenta de que había llevado al Rey de Reyes y Señor de Señores.

Finalmente, un tiempo después alguien vino y tomo al tercer árbol convertido en tablas.

Fue cargado por las calles al mismo tiempo que la gente escupía, insultaba y golpeaba al Hombre que lo cargaba.

Se detuvieron en una pequeña colina y el Hombre fue clavado al árbol y levantado para morir en la cima de la colina.

Cuando llego el domingo, el tercer árbol se dio cuenta de que él fue lo suficientemente fuerte para permanecer erguido en la Cima de la colina, y estar tan cerca de Dios como nunca, porque Jesús había sido crucificado en el. Y desde ese momento, la gente siempre lo iba a recordar.

Moraleja de esta historia es: Cuando parece que las cosas no van de acuerdo a tus planes, debes saber que siempre Dios tiene un plan para ti...

Si pones tu confianza en El, te dará grandes regalos a su tiempo.

Recuerda que cada árbol obtuvo lo que pidió, solo que no en la forma en que pensaban.

No siempre sabemos lo que Dios planea para nosotros, solo sabemos que:

Sus caminos muchas veces no son nuestros caminos pero... piensa que sus caminos siempre son los mejores!

Autor: Anónimo 

sábado

Eduardo Zens Intendente Matanza 2011: LAZAMIENTO OFICIAL

Eduardo Zens Intendente Matanza 2011: LAZAMIENTO OFICIAL: "ESTAN TODOS INVITADOS EL MARTES 26 DE JULIO A LAS 19 HS EN EL CENTRO FAMILIAR CRISTIANO !!! TE ESPERAMOS A VOS Y A TODA TU FAMILIA!!! MATANZ..."

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SEA HECHA TU VOLUNTAD


Sea hecha su voluntad

Para pensar hoy: La voluntad de Dios es buena,  agradable y perfecta. Y se cumple...

Lucas 11.2: ... Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

Cuantas veces pedimos a Dios, oramos, justificamos, reclamamos, proclamamos, llamamos, por nuestras propias motivaciones. Ahí  estamos, con nuestra lista de necesidades.

Imaginemos a Dios, esbozando una sonrisa cuando llegamos a sus pies diciendo
"Señor Yo quiero", "Yo te pido ", "yo necesito".Yo, yo, yo. “…dame”

¿Y qué pasa con la voluntad de Dios?
¿Qué pasa con todo lo que decimos en nuestras oraciones?
Desde el padre nuestro, en suplica.
Con lagrimas, que Dios tome el control de nuestras vidas.
Que se haga su voluntad.
Y luego, comenzamos a dar sugerencias.
A veces se nos olvida esperar. Y confiar.

A Dios hay que tenerle paciencia,  Él, no nos da lo que  quiere, sino cuando debe.
Su voluntad que es siempre buena, agradable y perfecta.

Esto no termina de convencernos a veces, y otras tantas nos conformamos con decir
"Si,  y si es tu voluntad" y nos quedamos sin mirar  esas cosa que Dios a decido por nosotros.

Orar: Señor perdónanos por no ver y apreciar como has puesto en nuestras vidas,  tu mano  poderosa siempre. No sólo en nosotros, sino  también como lo has hecho sobre nuestras familias y seres queridos.
Cuantas veces has estado actuando a nuestro favor, y no nos damos cuentas de eso.
Agradecemos, hoy tu gran misericordia. Con un corazón dispuesto venimos a TI, dispuestos a pedirte, a rogarte que sea hecha tu voluntad en nuestras vidas.
Gracias por Tú paciencia y amor  tan grande. Todos los días   nos das la oportunidad de continuar creyendo en Ti y en tus promesas. Gracias por todo lo que nos has dado.
Siempre,  tu voluntad es la mejor opción. 


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